Historia:

La cebolla, pariente cercana del ajo y sus propiedades curativas, fue muy venerada en Egipto antiguo como símbolo de vitalidad y se le tomaba como “el remedio que lo cura todo”. Se han encontrado registros que se remontan a 4000 A.C. que vincularía a la cebolla con algunos ritos religiosos y usos terapéuticos.

Sus cualidades terapéuticas demostraron ser muy útiles para aliviar enfermedades infecciosas como el tifus, la cólera y las pestes. Asimismo, durante la Segunda Guerra Mundial se usaron los vapores de la pasta de la cebolla, para aliviar los dolores y para ayudar a su cicatrización de las heridas.

 

Propiedades de las cebollas:

La cebolla posee una serie de beneficios y propiedades que la convierten en un alimento sumamente sano para la salud.

La cebolla es una verdura llena de minerales y oligoelementos como el calcio, magnesio, cloro, cobalto, hierro, potasio entre otros. Por otra parte contiene cuantiosas cantidades de vitaminas A, B, C y E, así mismo la cebolla está compuesta por un 91% de agua, un 7% de glúcidos y un 1% de proteínas.

Esta verdura aloja en su interior un aceite esencial que contiene una sustancia volátil llamada alilo, con propiedades bactericidas y fungicidas. Parece interesante nombrar que su contenido en glucoquinina, la cual es una sustancia hipoglucemiante considerada la “insulina vegetal” apoya el tratamiento contra la diabetes. Sus propiedades depurativas y desinfectantes son ideales para esta enfermedad, ya que la cebolla ayuda a depurar la sangre, eliminando impurezas, y ayudando a fortalecer las defensas.

Las propiedades de la cebolla son variadas y numerosas, nombraremos algunas de las más importantes sobre las que ayuda a combatir los problemas más frecuentes.

Beneficios de la cebolla:

Es sana y nutritiva, esconde numerosas propiedades medicinales entre sus capas y además resulta muy versátil en la cocina. Es rica en minerales y oligoelementos: calcio, magnesio, cloro, cobalto, cobre, hierro, fósforo, yodo, níquel, potasio, silicio, cinc, azufre, bromo, etc., y también abundan la vitaminas A, B, C y E.

Para el estreñimiento, la cebolla junto con otros alimentos ricos en fibra ayudará a regular el intestino y luchar contra el estreñimiento.

Contra la diarrea, durante estos episodios de “flojera”, el organismo libera mucha cantidad de líquido, por ello se aconseja beber un caldo vegetal de cebolla, ya que gracias a su capacidad para combatir microbios, bacterias y hongos resulta ser un excelente antiséptico vegetal.

Para los riñones, por su importante función diurética, está indicada para conseguir un buen funcionamiento de los mismos.

Recientes averiguaciones asocian el consumo de la cebolla con la inhibición del cáncer, pues sus compuestos azufrados serían los responsables en la lucha contra la aparición de células cancerosas Tanto cruda como cocida, la cebolla ayuda en casos de estreñimiento. Por ser un gran desinfectante, comerla cruda ayuda a proteger contra enfermedades infecciosas. Frotar su jugo haciendo fricción contra el cuero cabelludo ayuda para combatir la caspa y la caída del cabello.

Ayuda a limpiar y rejuvenecer nuestro cutis. Extraer el jugo de una cebolla cruda y aplicarlo una o dos veces seguidas, sobre el rostro, masajeándolo hasta que lo absorba totalmente. Este procedimiento embellece nuestro rostro. Fácil, rápido, económico e inofensivo en el estómago.