La inmensa mayoría de las veces no nos damos cuenta de que nuestra vida debe tener un sentido.

No estamos aquí por casualidad. No nos ha traído el azar. Ni un golpe de suerte, ni una desgracia.

Estamos aquí con un propósito para cumplir y es lo que debemos descubrir.

Mientras caminemos de aquí para allá sin esforzarnos en buscar ese propósito, estamos haciendo que nuestra vida carezca de sentido pues le estamos dando una dirección equivocada. Vivimos por vivir y no vemos que debemos vivir para vivir y hacer.

Cuando ves que vives para vivir y no por vivir, todo empieza a cambiar. Tu vida deja de ser un sin sentido, una casualidad. Comienzas a darte cuenta de que hay algo que debes hacer y que necesitas vivir para realizarlo.

Date prisa en encontrar aquello que te ha traído a la vida. Conócelo y ve cuán importante para ti es hacerlo.

¿Puedes acaso pensar que tiene algún sentido venir aquí sin nada y marcharte sin nada? ¿Y en medio de todo eso qué? ¿Nada?.

No puede ser que seamos Nada. Algo somos, alguien somos. Nada no es nada y no podemos estar aquí por nada.

Todos tenemos nuestro sendero, nuestro camino. Y debemos recorrerlo. No importa cuanto tardemos porque al final lo acabaremos haciendo. El tiempo que utilicemos para hallarlo y caminar a través de él depende de nosotros y del sufrimiento que queramos aceptar. Si no estás dispuesto a seguir sufriendo, ¿por qué no empiezas a buscar?

Deja de mirar la tele; no te va a aportar nada. Abre tu ventana y mira hacia el exterior. Ve cuanta gente está perdida en sus propios caminos. ¿Quieres ser uno de ellos? O ¿Prefieres ayudarles a encontrar también el suyo?.

 

Ahora cierra la ventana y en la quietud y el silencio de tu habitación abre tu puerta interior y busca tu propósito, tu camino, tu trabajo.

Encuentralo y decídete a caminar.

Sólo así veras que la vida no es un azar. Sólo así descubrirás que el vacío se llena de Amor y Gratitud hacia Dios, hacia ti y hacia todos. Sólo así empezarás a vivir. Sólo así iniciarás tu camino.

Ahora ve y abre la ventana porque el aire nuevo te está esperando.