EL HOMBRE DEL CAMPO 

 

En muchas culturas antiguas al hombre se le conocía como el “Hombre del Campo”, entre ellas la cultura Hebrea el año nuevo de los Arboles, “La festividad de Tu biShvat”.

Que vuestros pies pisen fuertemente la Tierra en que vivís, al igual que el árbol sus raíces.

No perdáis jamás ese contacto con la Tierra que os alimenta. Pisadla con toda vuestra fuerza porque de vuestro enraizamiento con ella depende que podáis elevaros más y más.

El abono que cogéis de la Tierra es el Amor que Dios os ha entregado y del que os debéis nutrir constantemente para que vuestra savia sea pura y renovada.

Todo compartido. Todo igual. Como es arriba es abajo.

Como sean vuestras raíces así será vuestra copa, así serán vuestras ramas y vuestras hojas.

 

Todo es lo mismo. Todo es equilibrio. Todo es necesario. La Tierra y el Cielo. El Sol y la Luna. Pero por encima de Todo, Dios y el Amor que es capaz de alimentar Todo, de engrandecerlo Todo de purificarlo Todo.

 

 

 

Hoy he querido pasar por el lugar donde pase mi niñez, el Mas de las Flore y he visto este hermoso Árbol Florecido en pleno invierno y he sentido que tal experiencia tenía que compartirla con los demás,  para que nos demos cuenta de la belleza de nuestra madre Naturaleza.                                                                                                                                                                                   Asociación Humanitaria Anacerh