AQUEL QUE CAMINA CON SINCERIDAD CAMINARA CON SEGURIDAD.

Hoy día 22 de mayo, empieza el signo de Géminis, es él mes de la comunicación, es también conocido por la imagen de los gemelos, está regido por Mercurio, este planeta en hebreo es llamado «Una Estrella». En la mitología griega era el mensajero y era capaz de dar y recibir

Corresponde al tercer signo del zodiaco, simboliza el poder de la columna central, por lo tanto está representado por el número tres.

Géminis representa la energía de dos como manifestación en la polaridad y a la vez con la capacidad de poder convertirse en Uno. El dar y recibir para un mismo propósito.

En el cuerpo está representado en la columna central que nos permite el flujo de la energía de vida, el secreto del verdadero equilibrio en todos los aspectos de nuestra vida, así como nuestros propios procesos internos físicos emocionales e espirituales.

En calendario hebreo es el mes donde se entregan las tablas de la Ley en el Monte del Sinaí. Los sabios de la Cábala nos enseñan que el secreto de la vida se esconde en la energía de Géminis y el planeta Mercurio.

El secreto está en conseguir el equilibrio entre los impulsos de nuestros deseos que nos lleva a través esa capacidad interior a convertirnos en una entidad completa, este el verdadero sentimiento llamado Amor.

En este mes se nos mueve la intensa búsqueda de la satisfacción profunda e interna, que si no tenemos cuidado nos puede llevar a una extrema búsqueda hacia el exterior, alejándonos más de los verdaderos secretos y tesoros de nuestro propio interior.

Es un signo que le rige también el numero 7 por lo tanto contiene la esencia de la creación lo perfecto y completo. Este mes nos aporta esa sabiduría de descubrir que el éxito en la vida no se consigue con la riquezas materiales, ni ser el mejor, pues la verdadera sabiduría se encuentra en nuestro Ser y no el tener.

 

 

Este mes es esa oportunidad que nos puede ayudar e impulsarnos hacia adelante, en la búsqueda de nuestra identidad, un camino donde encontrar ese tesoro oculto, donde la luz brilla sobre la oscuridad y nos permite saber que Dios nunca creo algo inferior a ÉL.