Entre todas las plantas, los árboles son los que están más profundamente conectados y arraigados con su fuente de alimentación.
Por más alta y lejos de la tierra que llega a crecer, siguen profundamente conectada.
Es por eso que la familia y el hombre es comparado al árbol.
El Abono que coge de la tierra es el amor que el creador nos ha entregado, del cual hay que nutrirnos constantemente, para que nuestra sabia, sea pura y renovada, así sean nuestras raíces, así serán nuestras ramas y nuestras hojas.
Todo es lo mismo, todo es equilibrio. Pero por encima de todo, el creador y el amor que es capaz de alimentarlo todo.
La familia y el árbol somos uno.