Y aquí estamos al final del principio al comienzo del final, habiendo dado todo por hecho y entre paso y paso aprendiendo un poco más de cuanto tenemos y somos.

Con las mochilas a nuestra espalda dispuestos a caminar y seguir la luz de las estrellas que nos lleve de nuevo al comienzo y al final de un año más.

Cojamos las riendas de nuestra vida, subamonos a los lomos de nuestra conciencia y empecemos a dibujar nuestro destino con los trazos que tan solo el interior nos dicte.

Porque la vida no tiene otro significado que el de recorrer el sendero hacía la verdad, hacía el amor y hacía la luz.

Desde el Centro Anacerh, con todos nuestros mejores deseos y cariño:

«FELIZ AÑO NUEVO 2019»