Los frutos secos son llamados así porque todos tienen una característica en común: en su composición natural. Son alimentos muy energéticos, ricos en grasas, en proteínas, así como en oligoelementos. Según el tipo de fruto seco, también pueden aportar buenas cantidades de vitaminas (sobre todo del grupo B) o ácidos grasos omega 3.

Se pueden distinguir dos grandes grupos de frutos secos:

Los que vienen rodeados por una cáscara dura o los provenientes de frutas desecadas.

*Los frutos secos de cascara dura, más conocidos son:

Almendras, Anacardos, Avellanas.

Cacahuete (aunque clasificado como legumbre, está considerado popularmente como fruto seco)

Castañas, Castañas de Para/Nueces de Brasil

Nueces, Nueces de Macadamia, Nueces de Pecán.

Piñones (semillas de algunas especies de pino), Pistachos (frutos del árbol denominado alfóncigo).

Semillas de calabaza (denominadas pipas en España), Semillas de girasol (denominadas pipas en España).

*Frutas desecadas, frutas secas:

Ciruelas pasas, Dátiles, Higos secos.

Orejones de albaricoque secados, Pasas de uva, o uvas pasas.

Toda la clase de frutas que se puedan desecar.

Los frutos secos son muy ricos en algunos elementos beneficiosos para la salud, por ejemplo todos ellos contienen cantidades apreciables de vitamina E, que tiene propiedades antioxidantes. Poseen la mayoría de las vitaminas B, todas estas vitaminas unidas a la cantidad de sales minerales fundamentadas en metales tales como el fósforo, el magnesio, el cobre, el hierro, etc.

Algunos metales tales como el selenio y el zinc presentes en los anacardos y en las nueces de Brasil promueven la fertilidad masculina, ya que se ha observado una producción menor de espermatozoides asociada a dietas bajas en estos metales.

El contenido en calcio hace que sean en algunos casos sustitutivos de la leche en aquellas personas que presentan intolerancia a la lactosa o son veganas. La ingestión de frutos secos ayuda a prevenir la osteoporosis (enfermedad que produce una debilidad de los huesos por falta de calcio).

Los frutos secos que más calcio tienen son las almendras, las nueces de Brasil y las avellanas.

Los frutos secos son ricos en fibras y su ingesta produce un tránsito rápido de alimentos por el tracto intestinal y una dieta rica en frutos secos previene del estreñimiento y de enfermedades intestinales como la diverticulosis. La fibra tiene como misión retrasar la absorción de azúcar, lo que permite disponer de la energía progresivamente y durante más tiempo sin que sea convertida a grasas.

Casi todos los frutos secos contienen un gran aporte calórico y de hidratos de carbono, por esta razón está muy aconsejado para las personas que realizan esfuerzos físicos prolongados tales como los atletas. No son, sin embargo, recomendables en las dietas hipocalóricas, por lo general, debido a su alto contenido calórico, pero sí en pequeñas cantidades. Se les atribuyen buenas propiedades para reducir el colesterol (por los ácidos omega 3) y buenos en situaciones de esfuerzo intelectual (por el fósforo).

*Es importante acotar que los frutos secos pueden desencadenar reacciones alérgicas en personas muy sensibles, por lo cual estas personas deben evitar consumirlos (principalmente los cacahuetes, almendras, nueces, castañas o avellanas). También suelen producir fermentaciones en el intestino, provocando flatulencias.