Los Niñ@s Índigos Cabalistas

Este apartado sobre los niños Índigos Cabalistas se basa en experiencias y sincronizaciones vividas por un grupo de personas, principalmente madres y abuelas, junto con sus hijos y nietos. Entre ellos, por supuesto, también incluyo a mis propios hijos, David y Elizabeth.

Desde que tuve la suerte de darme cuenta de la importancia de la información que me estaba llegando, comprendí que era crucial para mi camino evolutivo y, sobre todo, como alimento para mi alma, ya que esta información me dio la fuerza necesaria para llevar a cabo lo que representaba la misión de mi alma.

Fue en el año 2016 cuando decidí comenzar a escribir estas experiencias. Entre ellas incluyo sueños, señales, canalizaciones y símbolos que han sido profundamente significativos para mí. Los niños, en particular, desempeñaron un papel muy especial en mi vida, llegando en momentos en los que su presencia y sus mensajes eran vitales, no solo para mí, sino también para todas las personas con las que hemos estado y seguimos compartiendo estas experiencias, entre ellas alumn@s, pacientes y familiares.

Este es un trabajo que continuamos disfrutando y, a través del cual, seguimos descubriendo los misterios ocultos de nuestra alma. En este proceso, la supra conciencia, el inconsciente, el subconsciente y el consciente se convierten en herramientas prácticas que nos permiten seguir aprendiendo y, por supuesto, compartiéndolo con los demás.

Es por esta razón que el Centro Anacerh se va a dar a conocer más ampliamente, con el fin de ofrecer a más personas, especialmente a padres y madres, la oportunidad de explorar algo más allá de lo que esta sociedad nos aporta a nivel material. En la actualidad, hay un creciente desequilibrio en los niños y adolescentes, provocado en gran parte por no comprender el origen y la raíz de estos procesos. La familia es la base fundamental para ayudar a los jóvenes, y el papel de las madres y abuelas es crucial en este trabajo.

Mi experiencia personal y profesional, que abarca más de 30 años, avala los resultados obtenidos en este proceso de acompañamiento y aprendizaje, donde el Centro Anacerh integra la madre Naturaleza con las leyes del Cosmos y las leyes Divinas, todo ello para intentar mejorar la salud, las relaciones humanas y promover la paz en el mundo.

Los resultados de este trabajo se reflejan, sobre todo, en los cambios internos y externos del ser humano. Estas nuevas generaciones se benefician gracias a la responsabilidad de todos aquellos que somos conscientes de que hay algo más que simplemente seguir viviendo en la ignorancia de un sistema basado en el control y el miedo, un sistema que tanto nos está perjudicando a nivel humano y familiar.

 

Los Niñ@s Índigos

 

Los niños índigos son un concepto que se popularizó en los años 70 y 80, especialmente en ámbitos esotéricos y espirituales, para describir a una nueva generación de niños que, supuestamente, nacen con cualidades y habilidades especiales. Según esta creencia, estos niños tienen una conciencia más elevada, una sensibilidad espiritual y emocional intensificada, y una misión en la vida: cambiar el mundo y elevar la conciencia de la humanidad.

 

Origen del término «Niños Índigo»

El término «niños índigos» fue acuñado por la parapsicóloga Nancy Ann Tappe en su libro Understanding Your Life Through Color (1982). Ella afirmaba que podía ver los campos áuricos de las personas, y observó que muchos niños nacidos en las últimas décadas tenían un aura predominantemente de color índigo, lo que indicaba, según ella, que tenían un propósito espiritual especial. Esta teoría fue popularizada más adelante por autores como Lee Carroll y Jan Tober, quienes escribieron sobre estos niños en el libro The Indigo Children: The New Kids Have Arrived (1999).

Características de los Niños Índigo

Se dice que los niños índigos tienen ciertas características que los diferencian de las generaciones anteriores. Algunas de las más comunes incluyen:

  1. Sensibilidad emocional y espiritual: Los niños índigos suelen ser altamente sensibles a las emociones, tanto las propias como las de los demás. A menudo pueden sentir cuando algo no está bien, incluso si no se lo dicen directamente.
  2. Intuición desarrollada: Se cree que los niños índigos poseen una intuición aguda y pueden comprender cosas sin necesidad de una explicación racional o lógica. Muchos de ellos parecen tener una sabiduría innata que va más allá de su edad.
  3. Resistencia a la autoridad y a las normas establecidas: Estos niños tienden a desafiar las normas y estructuras tradicionales. A menudo se les describe como rebeldes o inconformistas, ya que cuestionan la autoridad cuando sienten que algo es injusto o irracional.
  4. Sentido profundo de propósito: Los niños índigos suelen tener un fuerte sentido de propósito en la vida, incluso desde una edad temprana. A menudo sienten que tienen una misión especial o un papel en cambiar el mundo para mejor.
  5. Creatividad e innovación: Muchos niños índigos son extremadamente creativos y encuentran formas innovadoras de abordar problemas. Su pensamiento fuera de lo convencional a menudo los lleva a destacar en áreas artísticas o tecnológicas.
  6. Empatía y sensibilidad energética: Son extremadamente empáticos, capaces de captar las emociones y energías de quienes los rodean. Esta sensibilidad puede hacerlos vulnerables a sentirse abrumados en entornos donde las energías son negativas o caóticas.
  7. Desafío a la autoridad: Aunque pueden parecer rebeldes, su rechazo a la autoridad tradicional se debe a que buscan justicia y autenticidad. No aceptan el poder sin razón, lo que a menudo los lleva a cuestionar sistemas establecidos como la educación y la religión.
  8. Intereses espirituales profundos: Aunque no necesariamente en un contexto religioso, los niños índigos pueden mostrar desde temprana edad un interés profundo en temas espirituales o existenciales, como el propósito de la vida, el universo, o la naturaleza del alma.

 

Misiones de los Niños Índigo

Según las teorías sobre estos niños, los niños índigos están aquí para llevar a cabo un cambio en la conciencia colectiva de la humanidad. Se cree que han venido para desafiar las viejas estructuras, sistemas y creencias que ya no sirven al bienestar global. Son vistos como «guerreros espirituales» o agentes de cambio, cuyo objetivo es ayudar a transformar el mundo en un lugar más justo, equitativo y amoroso.

Una de las misiones clave de los niños índigo es promover el cambio en los sistemas educativos, políticos y sociales. Muchos de ellos sienten que los sistemas actuales son obsoletos o ineficaces, y su resistencia a seguir las reglas tradicionales a menudo es vista como una forma de motivar a la sociedad a revisar y mejorar estos sistemas.

Críticas y controversias

El concepto de niños índigo ha sido criticado por varios sectores, especialmente en la ciencia y la psicología. Muchos expertos señalan que las características atribuidas a los niños índigo, como la rebeldía o la creatividad, son rasgos comunes en muchos niños y no necesariamente indican algo sobrenatural o especial. Además, algunos sugieren que los padres que describen a sus hijos como «índigo» lo hacen como una forma de evitar el diagnóstico de trastornos como el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), ya que muchos niños índigos son descritos como inquietos, incapaces de concentrarse en la escuela, y con problemas de conducta, características similares a las del TDAH.

Además, desde un enfoque más científico, no hay evidencia empírica que respalde la existencia de estos niños con habilidades especiales o auras de color índigo. Las explicaciones suelen estar más alineadas con conceptos místicos o espirituales que con investigaciones basadas en hechos.

Si bien es cierto que no hay hechos científicos que lo avalen, yo puedo asegurar, según mi experiencia personal, que mi hijo David es uno de esos niños especiales. Gracias a los conocimientos adquiridos en mi búsqueda, y desde que un gran maestro, dentro de un curso de medicina esogetica titulado cromo puntura que se basaba en el estudio del “Cuerpo, Alma y Espíritu”, me dio las palabras mágicas que me ayudarían a nivel terapéutico con mi hijo: “cuando trates a un niño trata primero a la madre”. En ese momento, el velo de la ignorancia que me hacía buscar fuera de mí se levantó, llevándome a buscar dentro de mí todo lo necesario para entender por qué mi hijo había nacido con tantos miedos. Esto me llevo a conocerme a mi misma y saber como ayudar a mis propios hijos.

Después de un largo camino, hoy puedo demostrar que mi hijo, gracias a la superación de mis raíces ancestrales, ha logrado superar el diagnóstico de TDA (Trastorno de Déficit de Atención). Ha conseguido graduarse en una carrera y actualmente trabaja en Londres, valerse por sí mismo y, lo que es más importante, ahora él también está en un proceso de trabajo interior, siguiendo el camino de su evolución personal.

Todo este proceso me ha servido para compartir mis conocimientos y experiencias a nivel profesional, ayudando y educando a padres que se encuentran en situaciones similares a la que yo viví. Los resultados son evidentes: existen los niños y niñas Índigo, y todo lo que he aprendido se encuentra reflejado en el libro que estoy escribiendo y en la herramienta principal del centro Anacerh.

Si algo tengo claro, es que la vida nos da oportunidades. A mí me la dieron, y no puedo guardarme esta sabiduría sobre estos niños especiales que, cada vez más, se ven atrapados en una sociedad que no mira por ellos, expuestos a ser manipulados por el control de un poder material que no podemos negar.

Por ello, apuesto por el trabajo de los padres o familiares que tienen la oportunidad de proteger y ayudar a sus hijos. Todo se basa en un poder natural que todos llevamos dentro y que se rige por leyes universales, las cuales están por encima del egoísmo y el control de unas pobres almas que han perdido lo más importante: Humildad e Igualdad.

Una responsabilidad compartida que tenemos como sociedad en la formación de las futuras generaciones. No solo los padres y madres tienen la tarea de educar y guiar a los más jóvenes, sino que es un compromiso que todos deberíamos asumir. Cada miembro de la comunidad tiene un papel en el desarrollo de los niños y jóvenes, ya que ellos representan el futuro de nuestra sociedad, y a la vez, nosotros representamos su presente, sus modelos y guías.

Esto implica que maestros, familiares, amigos, líderes comunitarios y cualquier persona que tenga contacto con los más jóvenes pueden influir positivamente en sus vidas. Al apoyar su crecimiento, educación y bienestar, estamos contribuyendo al futuro que todos compartiremos.

Al mismo tiempo, esta relación también es recíproca: los jóvenes aprenden de nosotros, pero también tienen mucho que enseñarnos sobre las nuevas formas de ver el mundo, el cambio y el progreso.

Es una responsabilidad colectiva construir un entorno donde las generaciones más jóvenes puedan prosperar, desarrollar sus potencialidades y, eventualmente, contribuir a la mejora de la sociedad.

 

Niños Índigo y la Educación

Una de las áreas donde el concepto de niños índigo ha generado más impacto es en la educación. Muchos padres y educadores han comenzado a explorar nuevas formas de enseñanza que fomenten la creatividad, la intuición y la independencia de pensamiento en los niños. Algunas escuelas alternativas, como las escuelas Waldorf o Montessori, promueven métodos de enseñanza más holísticos, que podrían ser más adecuados para estos niños, según sus defensores.

 

Conclusión

Los niños índigos representan una fascinante intersección entre la espiritualidad, la psicología y el comportamiento infantil. Ya sea visto como un fenómeno espiritual o como una metáfora de una generación que busca cambios profundos, el concepto de los niños índigo ha inspirado a muchos a replantearse cómo criamos y educamos a los niños. Aunque no haya consenso científico sobre su existencia, la idea de una generación de niños más conscientes y espiritualmente conectados sigue resonando en aquellos que buscan un cambio en la manera en que la sociedad interactúa con sus jóvenes.

La relación entre los niños y la Cábala puede explorarse desde la perspectiva espiritual y de crecimiento personal que esta tradición mística ofrece. La Cábala, que proviene de las enseñanzas místicas del judaísmo, busca explicar la conexión entre lo divino, el universo y la humanidad, entendiendo que todos los aspectos de la vida están interrelacionados en un plano espiritual más elevado. Aunque la Cábala es una tradición ancestral destinada generalmente a adultos, algunos de sus principios pueden aplicarse a la educación y desarrollo de los niños, especialmente en su conexión con el mundo interior y su relación con la vida.

Niños prodigios en la Cábala: La idea de que los niños o jóvenes puedan tener un papel especial o místico también tiene resonancia en la tradición cabalística. Hay relatos de niños que, a través de sueños o visiones, transmitieron enseñanzas o mensajes místicos que fueron vistos como señales divinas. Esto conecta con la noción de que las nuevas generaciones están vinculadas al futuro redentor y al renacimiento espiritual de la toda la humanidad.

La Cábala es una tradición mística y filosófica dentro del judaísmo, pero no constituye una religión separada. Es más bien una manera de profundizar en el entendimiento de las enseñanzas religiosas, tratando de revelar los secretos ocultos en los textos sagrados y la naturaleza de la realidad.

 

La Cabala y Sefarad

La Cábala (o Kabalah) es una tradición mística y esotérica dentro del judaísmo que busca entender los misterios del universo, la relación entre Dios y la creación, y el propósito de la vida humana. Se enfoca en la interpretación mística de la Torá (la Biblia hebrea) y enseña que existen verdades ocultas detrás del texto bíblico. La palabra «Cábala» proviene del hebreo קַבָּלָה («recepción» o «tradición»).

En el contexto cabalístico, Abraham es considerado uno de los primeros en comenzar el proceso de tikún olam (la corrección del mundo). Esto implica que su vida y su misión espiritual fueron fundamentales para corregir el desequilibrio que existía en el mundo tras la caída de Adán y Eva, y es un modelo a seguir para aquellos que buscan la iluminación espiritual y el equilibrio con el universo.

Abraham tiene un lugar especial en la Cábala, no solo como el patriarca del judaísmo, sino como un receptor y transmisor de la sabiduría mística. A través de su conexión con textos como el Sefer Yetzirá, su relación con la Sefirá de Jesed, y su papel en la corrección espiritual, Abraham se convierte en un pilar central en la tradición cabalística, simbolizando la interacción entre lo humano y lo divino.

 

Algunos aspectos clave de la Cábala son:

  1. El Árbol de la Vida: Un diagrama místico que representa el camino del alma hacia Dios y las 10 Sefirot, que son atributos o emanaciones divinas.
  2. Los mundos espirituales: La Cábala describe diferentes niveles de realidad o mundos, como Atzilut (el mundo de la emanación), Beriah (el mundo de la creación), Yetzirah (el mundo de la formación) y Assiah (el mundo de la acción).
  3. El Zóhar: El principal texto de la Cábala, escrito en arameo, es una obra que comenta sobre la Torá y revela los secretos místicos.

 

Sefarad

Sefarad es el término hebreo para referirse a España, en particular a la España medieval donde existió una próspera comunidad judía antes de su expulsión en 1492 por los Reyes Católicos. Los judíos de Sefarad se conocen como sefardíes y su cultura se desarrolló a lo largo de siglos de convivencia con cristianos y musulmanes en la península ibérica.

  • La influencia sefardí en la mística judía: Aunque el Zóhar fue escrito en Castilla, España, en el siglo XIII, y no directamente por la comunidad sefardí como un todo, su aparición refleja el ambiente intelectual y espiritual en el que vivían los judíos en España. Sefarad, durante la Edad Media, fue un crisol cultural donde el pensamiento judío, islámico y cristiano se cruzaban. La Cábala y el Zóhar emergieron en este contexto, y los judíos sefardíes desempeñaron un papel clave en su difusión.
  • La diáspora sefardí y el Zóhar: Tras la expulsión de los judíos de España en 1492, las comunidades sefardíes que se establecieron en otras partes del Mediterráneo, como el Imperio Otomano, el norte de África, e Italia, continuaron estudiando y difundiendo las enseñanzas del Zóhar. De hecho, la Cábala y el Zóhar tuvieron un renacimiento en el siglo XVI en Safed, una ciudad en lo que hoy es Israel, gracias a figuras místicas como Isaac Luria, cuyas enseñanzas influyeron en las comunidades sefardíes.
  • Simbolismo del exilio: Tanto en el Zóhar como en la experiencia histórica de los judíos sefardíes, el exilio y la redención son temas recurrentes. El Zóhar explora el exilio espiritual del alma y su retorno a lo divino, mientras que los sefardíes experimentaron un exilio físico tras su expulsión de España, lo cual influyó en su visión de la redención y la conexión con su herencia espiritual.

 

Algunos puntos importantes sobre Sefarad:

  1. Historia sefardí: Durante la Edad Media, los judíos sefardíes hicieron grandes contribuciones al pensamiento filosófico, la ciencia, la poesía y la teología. Su lengua era el ladino, una variante del español medieval mezclado con hebreo y otras lenguas.
  2. Expulsión de 1492: En ese año, los judíos sefardíes fueron expulsados de España por el Edicto de Granada, lo que llevó a la diáspora sefardí a diferentes partes del Mediterráneo, Europa y las Américas.
  3. Legado: La influencia de los judíos sefardíes se mantuvo en el mundo moderno, y muchos países que recibieron a los expulsados todavía conservan comunidades sefardíes que mantienen tradiciones culturales y religiosas particulares.

Ambos conceptos, aunque pertenecen a aspectos distintos del judaísmo (uno más místico y otro más histórico-cultural), son fundamentales para entender la riqueza de esta tradición.

El Zóhar es el texto principal de la Cábala y uno de los libros más influyentes en la historia del pensamiento místico judío. Su nombre significa «Esplendor» o «Brillo» en hebreo, y está escrito principalmente en arameo. Es una obra de comentarios místicos sobre la Torá (los cinco libros de Moisés), revelando capas profundas de significado espiritual detrás de las narraciones bíblicas.

El Zóhar fue escrito o compilado en el siglo XIII por el rabino Moisés de León, aunque en la tradición mística se le atribuye al antiguo rabino Shimón bar Yojai, que vivió en el siglo II. La obra expone enseñanzas sobre el alma, Dios, los ángeles, el mal, y la estructura oculta del universo.

Uno de los protagonistas del libro El Calendario Profético de Dios y los Niños Cabalistas es Pablo y su misterioso dibujo. En aquel momento, yo me encontraba visitando Grecia con mi querida hija Elizabeth. Era el 3 de abril de 2016 y estábamos visitando el Templo de Delfos, un viaje que repetía después de 16 años.

Ese día, Pablo, un niño, se levantó por la mañana, fue hacia su madre y le dijo: «Mamá, tengo que hacerle un dibujo a Loli de 54 días.» Su madre quedó sorprendida, ya que no entendía el porqué de aquel dibujo, considerando que apenas me conocía.

El calendario de 54 días, que iba acompañado de un rostro sonriente, comenzaba el 3 de abril y terminaba el 27 de mayo, coincidiendo con una festividad muy importante en Israel: el fallecimiento de Rabí Simón Bar Yojai, el creador del Zóhar.

En esta experiencia, podemos ver que Pablo recibió un mensaje durante el sueño, y por la mañana comunicó esa información a su madre. Desde ese momento, supe que estos niños juegan un papel muy importante en la Cábala y el Zóhar, donde España desempeñó un papel fundamental para dar a luz dicha sabiduría.

 

Principios de la Cábala aplicados a los niños

  1. El alma como un reflejo de lo divino: La Cábala enseña que todos los seres humanos tienen una chispa divina dentro de ellos, y esto incluye a los niños. Desde esta perspectiva, cada niño es una expresión pura de lo divino, y su potencial para conectarse con su alma y con el universo es inmenso. Los padres y educadores pueden fomentar esta conexión ayudando a los niños a desarrollar un sentido de propósito y comprensión espiritual desde una edad temprana.
  2. El Árbol de la Vida y el crecimiento personal: El Árbol de la Vida, uno de los conceptos centrales de la Cábala, representa el proceso de evolución espiritual a través de diferentes etapas (Sefirot). Aunque los niños no estudian la estructura del Árbol de la Vida, las ideas detrás de él –como el desarrollo de cualidades como la bondad, el entendimiento y la fortaleza– pueden ser transmitidas a los más jóvenes. Al enseñarles la importancia de valores como la empatía y la compasión, los niños aprenden a conectarse con los aspectos más elevados de su ser.
  3. La importancia del equilibrio: La Cábala enfatiza el equilibrio entre las diferentes fuerzas que componen el universo y la vida humana. En el contexto infantil, esto puede reflejarse en la enseñanza del equilibrio emocional y espiritual. Fomentar en los niños la capacidad de reconocer sus emociones y aprender a gestionarlas puede ayudarlos a vivir en armonía con ellos mismos y con el mundo que los rodea.
  4. La imaginación y el mundo espiritual: Los niños, especialmente en sus primeros años de vida, están profundamente conectados con su imaginación y el mundo espiritual. La Cábala reconoce la importancia de lo invisible y lo no tangible, y los niños, con su mente abierta, son capaces de percibir esta dimensión de manera más clara. A través de actividades que estimulen su creatividad y espiritualidad, se puede mantener esta conexión con lo trascendental a lo largo de su desarrollo.
  5. El poder de la luz: En la Cábala, la luz es un símbolo fundamental que representa la sabiduría, la energía divina y la creación. En relación con los niños, se puede interpretar que ellos son una representación de esta «luz» pura que entra al mundo, y es responsabilidad de los adultos ayudarles a mantener esta luz viva a medida que crecen. El cultivo de un ambiente amoroso, lleno de compasión y sabiduría, puede permitir que esa luz interior continúe brillando mientras enfrentan los desafíos de la vida.

Educar desde una perspectiva cabalística

Educar a los niños desde una perspectiva cabalística no necesariamente implica enseñarles los textos de la Cábala, sino más bien integrar sus principios en la forma en que criamos y educamos. Esto puede incluir la enseñanza de valores universales como el amor, la unidad, la responsabilidad y el respeto por todas las formas de vida. Alentar a los niños a reflexionar sobre su propósito en el mundo y ayudarles a ver el vínculo entre sus acciones y el bienestar del colectivo puede fortalecer su crecimiento espiritual.

Además, en la Cábala se valora la importancia del trabajo en comunidad. Enseñar a los niños a colaborar y vivir en armonía con los demás puede ser una herramienta clave para su desarrollo social y espiritual. Esto refuerza la idea de que no somos seres aislados, sino que estamos conectados en una red de relaciones que nos influencian y que, a su vez, podemos influir de manera positiva.

La relación entre los niños y la Cábala abre una ventana a la exploración de principios espirituales profundos que pueden enriquecer el desarrollo infantil. Aunque la Cábala tradicionalmente se estudia en la adultez, sus enseñanzas sobre la interconexión, el equilibrio, la luz y el propósito pueden adaptarse para ayudar a los niños a crecer en armonía con su verdadero ser.

Al nutrir esta conexión, tanto los niños como sus cuidadores pueden aprender a vivir con mayor conciencia y espiritualidad, creando una base sólida para una vida más plena y conectada con el universo.

 

El Templo de Almas base de las futuras generaciones

El dia 12 de agosto de 2024, corresponde en el calendario hebreo al 9 de Av, una fecha significativa y trágica para el pueblo de Israel, ya que en este día se conmemora la destrucción de los dos Templos de Jerusalén.

El 9 de Av, conocido como Tishá BeAv en el calendario hebreo, es una de las fechas más dolorosas y relevantes en la historia judía. Este día marca una serie de eventos calamitosos que han afectado al pueblo judío a lo largo de los siglos y es observado como un día de duelo y ayuno. A continuación, menciono algunos de los eventos más importantes asociados con esta fecha:

 

  1. La destrucción del Primer Templo: El Templo de Salomón en Jerusalén, conocido como el Primer Templo, fue destruido por los babilonios bajo el mando del rey Nabucodonosor en el año 586 a.C., lo que llevó al exilio de los judíos a Babilonia.
  2. La destrucción del Segundo Templo: El Segundo Templo, que fue reconstruido tras el regreso del exilio babilónico, fue destruido por los romanos en el año 70 d.C., lo que resultó en un segundo exilio del pueblo judío y su dispersión por todo el Imperio Romano.
  3. La revuelta de Bar Kojba: En el año 135 d.C., la revuelta liderada por Bar Kojba contra el Imperio Romano fue aplastada, resultando en la muerte de Bar Kojba y la destrucción de Jerusalén. Los romanos comenzaron a construir una nueva ciudad sobre sus ruinas, prohibiendo la entrada a los judíos.
  4. Expulsión de los judíos de Inglaterra: En 1290, el rey Eduardo I de Inglaterra decretó la expulsión de todos los judíos de su reino, y esta orden se hizo efectiva el 9 de Av.
  5. Expulsión de los judíos de España: En 1492, la orden de expulsión de los judíos de España, decretada por los Reyes Católicos, entró en vigor el 9 de Av. Además, muchos judíos, especialmente los ortodoxos, ven en el 9 de Av una ocasión para recordar a los seis millones de judíos que murieron en el Holocausto.

 

Dada la profunda carga histórica y emocional de esta fecha, he decidido elegir este día según el calendario hebreo, el 9 de Tishá BeAv, para marcar el final de una etapa trágica y apostar por un nuevo comienzo. Este nuevo camino debe llevarnos a un cambio fundamental interior del ser humano, donde el papel de los niños y niñas sea el pilar de esa Gran Obra de la Humanidad.

He decidido comenzar este libro con una anécdota que me marcó profundamente: el calendario de un niño de 6 años, Pablo, que apenas me conocía. Mientras yo visitaba Grecia, específicamente Delfos, Pablo le dijo a su madre, de manera espontánea, que debía hacerme un calendario de 54 días. Aquel suceso, aunque misterioso en su momento, quedó grabado en mi memoria.

Tras varios años de reflexión y búsqueda del significado de aquel enigmático calendario, finalmente he encontrado en él una conexión espiritual profunda. Por ello, he decidido titular este libro: El Calendario Profético de Dios y los Niñ@s Cabalistas.

En este libro, intento dar a conocer el trabajo que estamos llevando a cabo un grupo de personas que estamos experimentando diversas vivencias relacionadas con nuestros hijos y nietos. Además, de compartir los cambios internos que estamos descubriendo en nosotros mismos al transitar este nuevo despertar de conciencia, un proceso que resulta tan necesario en los tiempos actuales.

Todos los seres humanos somos responsables de ayudar a estas nuevas generaciones. Por ello, este libro está orientado con ese fin. Es un llamado de atención a padres, madres y familiares para que dejen de vivir en la ignorancia de lo que está sucediendo en la humanidad en este momento. Estamos presenciando cómo el ser humano ha olvidado sus raíces y el propósito de su existencia.

Hoy en día, cada vez observamos más desequilibrios físicos y emocionales en niñ@s y adolescentes, reacciones que están ancladas en sus memorias ancestrales, donde el miedo y la inseguridad los controlan. Se escuchan cada vez más casos relacionados con estos temas que, según la sociedad que hemos creado, deben ser tratados mediante la ocultación y el silencio. Sin embargo, estos son gritos de sus almas que nos están recordando que es hora de decir «basta».

Afortunadamente, hoy en día se ofrece mucha información, y gracias a Dios, cada vez más personas somos conscientes de la responsabilidad que tenemos y de la necesidad de no perder el tiempo en viejos rencores que no podemos seguir alimentando.

Este primer libro se basa en un proyecto anterior que comencé hace tiempo, titulado Los Niñ@s Índigos Cabalistas, en el que relataba mi propia experiencia personal y familiar. Por lo tanto, comenzaré hablando de mis hij@s, Elizabeth y David. La primera experiencia significativa fue cuando nació mi hijo David, quien fue diagnosticado con autismo TDA. Recuerdo que, a la edad de dos años y medio, cuando apenas sabía hablar, David me sorprendió al hablarme con una voz muy segura, lo cual era extraño debido a su dificultad para comunicarse. Esa voz me decía:

 

«Mamá, yo me voy a tener que ir.»

De nuevo, repitió:

«Mamá, yo me voy a tener que ir.»

Le pregunté: «¿A dónde te tienes que ir?»

Y esa voz respondió:

«A cuidar a esos niñ@s.»

Le comenté que esos niñ@s ya tenían sus papás y mamás, a lo que él me contestó:

«Esos niños no tienen ni papás ni mamás.»

 

Cuando mi hijo terminó de hablar, me sorprendió mucho este mensaje, sobre todo por la dificultad que tenía para comunicarse debido a su autismo. Un año después, apareció en mi vida un taller de Reflexología Podal, lo que marcó el comienzo de mi transformación personal y familiar, llevándome a vivir muchas experiencias, empezando por mi propia vida.

El 8 de junio de 1995, inauguré el Centro Anacerh, integrando en mi vida la Medicina Natural y la Reflexología Podal Holística. Ha sido un camino largo, lleno de experiencias en las que mis hij@s, los niñ@s y adolescentes han sido los verdaderos protagonistas, junto a sus familiares, especialmente las madres, comenzando por mí misma.

Este apartado del libro se basará en las experiencias que he tenido a lo largo de 27 años, para darnos cuenta de que estos niños y adolescentes llevan en su interior unos mensajes que nos están transmitiendo de muchas maneras. Esto es especialmente evidente cuando la madre es consciente del trabajo que debe realizar para ayudar y proteger a sus propios hij@s, ya que hoy en día estamos viendo más desequilibrios en ellos.

Durante todos estos años, he ido escribiendo estas experiencias con la finalidad de crear este libro y darlo a conocer. Por eso, el título de este apartado es Los Niñ@s Índigos Cabalistas.

La palabra «Índigo» se refiere a esos niños que se cree que poseen rasgos o habilidades especiales, inusuales y, a veces, sobrenaturales. La primera vez que se habló de estos niños fue a través de Nancy Ann Tappe, quien afirmó que, según sus experiencias, había notado que estos niños comenzaron a nacer en la década de 1960. También a través de Lee Carroll, un canalizador que escribió varios libros sobre los niños Índigos.

¿Por qué la palabra «Cabalistas» se relaciona también con los niñ@s y sus mensajes? Porque la Cábala representa el conocimiento del ser humano dentro de las leyes universales y la propia naturaleza. Es una ciencia y filosofía milenaria que cada vez más personas están descubriendo en su búsqueda de equilibrio interior. Estos niños, a través de sus dibujos y mensajes, nos están conectando con esa sabiduría milenaria, aportándonos este conocimiento, especialmente en una época en la que la pérdida de valores es cada vez más evidente, como lo es la necesidad de mejorar las relaciones humanas, en especial las familiares, y el respeto al medio ambiente, la Madre Naturaleza, en conexión con la Madre Divina.

Recuerdo una experiencia relacionada también con Pablo, “el niño que me hizo el calendario de 54 días y un rostro”. Unos días después de ser diagnosticado con TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad), al salir del colegio el día 22 de abril de 2017, le cogió la mano a su madre y le dijo estas palabras:

“Mamá, yo siempre tengo calor, pero que sepas que el calor es fuego, el fuego es luz y la luz es vida, la vida es esperanza y la esperanza es fuerza”.

Aquí vemos las sabias palabras de Pablo dirigidas a su madre, con el propósito de hacerle entender la importancia del fuego espiritual. Pablo le explica que su desequilibrio interior proviene de su incapacidad para conectar con su propia alma, que permanece atrapada en las sombras del miedo.

 

El fuego del Espíritu

El fuego espiritual es un símbolo poderoso en muchas tradiciones religiosas y místicas, y tiene una profunda conexión en la teología cristiana con Jesús. En este contexto, el fuego representa la presencia de Dios, la purificación, la guía divina, y el poder transformador del Espíritu Santo. A continuación, te ofrezco un análisis del simbolismo del fuego espiritual y su relación con Jesús:

  1. El fuego como símbolo de la presencia de Dios:

En la Biblia, el fuego a menudo representa la presencia de Dios. Un ejemplo clave es el relato de Moisés en el arbusto ardiente (Éxodo 3:2), donde Dios se le apareció en una zarza que ardía, pero no se consumía.

Este fuego simboliza la santidad de Dios y su naturaleza eterna, un fuego que no destruye, sino que revela su poder divino. En relación con Jesús, el fuego simboliza su naturaleza divina. Jesús es considerado la manifestación de Dios en la Tierra, y su misión fue traer la luz divina al mundo.

 

  1. El fuego como purificación:

El fuego espiritual también se asocia con la purificación y la transformación. En el Nuevo Testamento, Jesús es a menudo presentado como el que purifica los corazones de las personas, ayudándolas a renacer espiritualmente.

En Mateo 3:11, Juan el Bautista dice sobre Jesús: “Él os bautizará con el Espíritu Santo y con fuego”. Aquí, el fuego se refiere al poder purificador de Jesús, quien transforma las vidas de los creyentes a través del Espíritu Santo.

Este fuego espiritual no destruye, sino que quema las impurezas y lo mundano, ayudando a las personas a acercarse a una vida santa y a Dios.

 

  1. Jesús como luz del mundo:

Jesús se refiere a sí mismo como la «luz del mundo» en Juan 8:12: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida». Aquí, la luz está íntimamente conectada con el simbolismo del fuego, representando el conocimiento divino, la sabiduría, y la verdad.

El fuego espiritual de Jesús ilumina los corazones de los creyentes, trayendo claridad y disipando la oscuridad del pecado y la ignorancia. Jesús no solo trae luz a los individuos, sino que su luz ilumina el mundo entero, guiando a la humanidad hacia Dios.

 

La Creatividad de los niñ@s a través de los dibujos

Representación de la naturaleza y el cosmos

Los niños a menudo tienen una relación intuitiva con la naturaleza, que en muchas culturas se asocia con la espiritualidad y la sabiduría antigua. Dibujos de:

Árboles de la vida (que representan crecimiento, interconexión y el ciclo de la vida).

Sol, luna, estrellas (que evocan el orden del cosmos y la relación entre el ser humano y lo divino).

Elementos naturales (agua, fuego, aire, tierra) que simbolizan las fuerzas fundamentales del universo.

Estos elementos están profundamente entrelazados con antiguas filosofías y espiritualidades, desde el taoísmo hasta las tradiciones indígenas, donde la naturaleza es vista como una manifestación del espíritu o de lo sagrado.

Algunos niños expresan experiencias de sueños o momentos de gran inspiración a través de sus dibujos. Estos sueños pueden estar cargados de simbolismo espiritual, representando:

  • Seres divinos o espirituales.
  • Lugares sagrados o míticos, como templos antiguos o paisajes utópicos.
  • Círculos, espirales y otros patrones que se asocian con la meditación o la trascendencia.

Hay casos donde los niños parecen tener una percepción espiritual innata, incluso sin haber sido influenciados por adultos. Pueden plasmar en sus dibujos imágenes que representan ideas espirituales o trascendentales:

Seres de luz o figuras espirituales: Niños que dibujan ángeles, guías espirituales o seres místicos sin haber tenido una exposición previa a estos conceptos, lo que puede reflejar una conexión intuitiva con lo espiritual.

Escaleras al cielo, puertas o puentes: Estos son símbolos que representan un viaje espiritual, el tránsito entre lo terrenal y lo divino, o el acceso a diferentes niveles de conciencia.

 

La Conexión del Ser Humano con el Universo

Para recuperar el equilibrio interior, es necesario entender lo más importante: integrar al ser humano con el universo. En este proceso, el cuerpo actúa como un vehículo que permite conectar con el alma y llevar a cabo la evolución de la humanidad, en la cual la paz y el amor son esenciales.
Niños, niñas y adolescentes están reclamando a padres, madres y a la sociedad en general que asuman esta responsabilidad. Por ello, es fundamental compartir estas experiencias, entendiendo que el trabajo familiar es la solución a muchos de los desafíos que enfrentan las nuevas generaciones como es los desequilibrios déficit de atención “TDA-TDAH”, entre otros desordenes de comportamiento.

 

El Rol Crucial de la Madre

En este contexto, la madre desempeña un papel crucial. Nadie mejor que ella comprende lo que necesita su hijo o hija, ya que durante nueve meses ha tejido la información física y emocional que ha dado forma a ese nuevo ser. La mujer es la fuerza de la naturaleza humana, a quien se le ha concedido el milagro de la vida: la gestación de un nuevo ser.

El tema de la mujer como tejedora de la naturaleza y lo divino es una imagen rica en simbolismo y misticismo que aparece en diversas culturas y mitologías. A lo largo de la historia, la figura femenina ha sido asociada con el poder creativo, la fertilidad, la gestación, y el ciclo de la vida, tanto en el ámbito físico como en el espiritual. Aquí te explico más sobre este concepto y su profundidad simbólica:

 

La Mujer como Tejedora y Creadora

El acto de tejer es una metáfora poderosa de la creación. A través del tejido, se unen hilos sueltos para formar una tela, que puede verse como un símbolo de la vida, el destino o incluso el universo. En este sentido, la mujer, al tejer, representa el proceso creativo de la vida misma, no solo a nivel físico, sino también en lo espiritual.

  • Tejer la naturaleza: Al asociar a la mujer con el tejido de la naturaleza, se destaca su rol en la continuidad de la vida y su conexión con la Tierra. Ella simboliza el ciclo de crecimiento, muerte y renacimiento que ocurre en la naturaleza. Esto está profundamente vinculado con su capacidad de gestar vida en su cuerpo, un proceso que también es cíclico y en el que se crea nueva vida de la materia.
  • Tejer lo divino: Al mismo tiempo, la mujer como tejedora también representa la unión de lo material con lo espiritual. A través de sus manos, los hilos terrenales de la naturaleza y los hilos etéreos del cosmos se entrelazan, creando una especie de «tela cósmica» que refleja el orden divino. Esto sugiere que la mujer tiene un papel crucial en mantener el equilibrio entre la tierra y el cielo, entre lo mundano y lo sagrado.

 

La Gestación de la Naturaleza y lo Divino

La gestación es un proceso profundamente femenino y se puede entender como una forma de concreción con lo divino. La mujer, al portar la vida dentro de sí, se convierte en un canal de la energía creativa del universo. Este concepto puede expandirse más allá del simple acto de dar a luz a un niño, para incluir la creación de ideas, arte, y espiritualidad.

Gestación de la naturaleza: En muchas culturas, la mujer es vista como una representación de la Madre Tierra (Gaia, Pachamama, etc.), que gesta y nutre toda vida. Ella es quien da forma a la naturaleza, cuidando de las plantas, animales, y el entorno en general. Este rol conecta a la mujer con los ciclos de la tierra: las estaciones, la fertilidad de los campos, y los ritmos naturales del mundo.

Gestación divina: Por otro lado, se cree que la mujer también participa en la creación espiritual. En algunos sistemas de creencias, se la considera como la portadora del poder divino, aquel que transforma la materia en espíritu. Su capacidad para nutrir tanto lo físico como lo intangible la convierte en un símbolo de sabiduría mística y de conexión con los misterios del universo.

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