“Lluvia hoy no te siento. Hoy no eres nada más que agua vertical.

Apenas si te escucho golpear el pavimento y llamar con tu clave sobre mi ventanal.

Lluvia hoy no eres nada, para mi desaliento nocturno y abismal.

Cuando era niña hallaba en tu canción un cuento, y ya en mi adolescencia me diste un madrigal.

Ahora lluvia tengo tanta tristeza adentro, que no me dices nada solo te oigo golpear”.